Bomarzo, El insólito jardín de los monstruos del Renacimiento
Publicado por Ra Moon
En una noche de verano, casi quinientos años atrás, no es difícil imaginar la mezcla de fascinación y estupor de los incautos invitados que el príncipe Orsini había traído a su particular bosque, poblado por extraños delirios de piedra.
Paso a paso, las antorchas descubrirían las colosales esculturas escondidas entre la maleza. Se dobla una esquina y una nueva sorpresa aparece, se sigue por un recóndito sendero y surge otro inesperado esperpento.
Paso a paso, las antorchas descubrirían las colosales esculturas escondidas entre la maleza. Se dobla una esquina y una nueva sorpresa aparece, se sigue por un recóndito sendero y surge otro inesperado esperpento.
Era un escenario que no estaba diseñado para gustar, sino para sorprender y dejar pasmados a los privilegiados visitantes de aquella extravaganza del Cinquecento italiano.
El Sacro Bosco de Bomarzo, más conocido como el Parque de los Monstruos, es una obra maestra única, que más que adelantarse, se salió de su tiempo.
Sus artífices fueron un noble mecenas llamado Vicino Orsini, descrito como artísta y anárquico y de un arquitecto, Pirro Ligorio, que más tarde sería el encargado de continuar la obra de Miguel Ángel en el Vaticano.
Los monstruos son en realidad figuras mitológicas, encerrando toda una constelación de símbolos como si de un jardín iniciático se tratara.
En aquel tiempo no tan lejano, las mentes de la gente no estaban acostumbradas a los impactos visuales de elaborados efectos especiales; una de las mejores armas del artista para conmocionar a su audiencia eran el martillo y un cincel.
Imagen Gaetano Crisafulli y Arianna
Se estima que los trabajos empezaron alrededor de 1550 y luego cayó en el olvido durante unos 350 años, tras la muerte de su creador. Imagen Gilmo Costanzo
El Sacro Bosco está pensado para que sus elementos tengan continuidad con el entorno, al contrario de los jardines racionales y geométricos de la época. Imagen Gilmo Costanzo
Este efecto se acentuó tras siglos de descuido y el avance de la vegetación. El parque de los monstruos no fue recuperado de su abandono hasta bien entrado el siglo veinte. Imagen Luca Cerabona
En esta imagen de la lucha de titanes, podemos hacernos una idea del tamaño de las estatuas.
Imagen Genibee
"En Bomarzo la escenografía es abrumadora, el observador no puede contemplar porqué está inmerso en un engranaje de sensaciones [...] capaces de confundir las ideas para acosar emocionalmente, para participar en un mundo de sueños absurdo, lúdico y hedonista" (Bruno Zevi, crítico de arte italiano). Imagen Bass Nroll
En la boca del orco hay un juego de palabras de la famosa cita de la Divina Comedia. Al parecer, originalmente estaba grabado: Lasciate ogni pensiero voi ch'entrate ("Dejad todo pensamiento los que aquí entráis"), en contraposición a lo que en la obra de Dante había escrito en la puerta del infierno: "Dejad toda esperanza los que aquí entráis". Ahora tan sólo se puede leer ogni pensiero vola (algo así como las ideas vuelan). Imagen N i c o l a
En cambio, si se traspasa el umbral de este aparente acceso al averno, al otro lado hay una cámara donde descansar al fresco con una mesa... ¿para hacer un picnic? Imagen 42andpointless
Un elefante de guerra fortificado arrolla un soldado romano. Probablemente remite a la gesta de Aníbal de Cartago, el enemigo a las puertas de la capital del imperio. Imagen Alessio Damato
Se desconoce el propósito real del diseño del parque, enmarcado en la corriente manierista que precedió al barroco. Uno de los enigmáticos epígrafes dice "Sólo para desfogar el corazón", como si quizá todo se tratase simplemente de buscar la catarsis del alma. Imagen Luca Cerabona
La impactante casa inclinada fue, al contrario que la Torre de Pisa, construida así deliberadamente.
Imagen Andrea Marutti
En todo caso, parece que los turistas lo agradecen.
Imagen SnoopyHood
Sobre el banco de la imagen anterior se lee: "A vosotros que vais errantes por el mundo, tratando de ver grandes maravillas, venid aquí donde encontraréis caras horrendas, elefantes, leones, osos, ogros y dragones".
Imagen Jordi Chueca
El mausoleo dedicado a la esposa de Vicino Orsini, fallecida prematuramente en los años previos a la construcción del Sacro Bosco, es al parecer el elemento más normal de todo el conjunto. Imagen N i c o l a
El Parque de los Monstruos nos recuerda en cierta forma a un lugar de otro tiempo y de una tradición muy diferente, al que ya le dedicamos una entrada: el Buda Park en Laos. Imagen Bruno
Como extra bonus incluimos un par de imágenes de un moderno parque cercano, que salvando las distancias, tiene muchos paralelismos con Bomarzo: el Jardín de Daniel Spoerri, en Seggiano. Imagen Daniele Badini
Hay más de cien esculturas instaladas de unos cincuenta artistas diferentes, como este círculo de unicornios capturado en una épica atmósfera invernal por Daniele Badini.
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Que maravilla. Una gran obra de arte realmente inspiradora.
ResponderEliminarY el libro Bomarzo, de Manuel Mújica Laínez, otra maravilla.
ResponderEliminarLa verdad es que la fotografía es una maravilla. Os he dejado algunos pines para que conozcan vuestro reportaje.¡Saludo!
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