De Humahuaca a Hornocal: Montañas Argentinas de Colores
Publicado por Ra Moon
Bienvenidos al extremo norte occidental de Argentina, no muy lejos de la frontera donde se encuentra con Chile y Bolivia. Esta es una zona con una alta densidad de maravillas naturales, pero hoy visitamos el área declarada patrimonio de la humanidad de la Quebrada de Humahuaca, y algunas de sus numerosas colinas y montañas que destacan gracias a su deslumbrante aspecto.
Esta es la tercera edición para el club de fans de las montañas más coloristas del mundo, después de pasar por Danxia de Zhangye en China y por el valle de Landmannalaugar en Islandia.
Esta es la tercera edición para el club de fans de las montañas más coloristas del mundo, después de pasar por Danxia de Zhangye en China y por el valle de Landmannalaugar en Islandia.
El Cerro de los Siete Colores en la polvorienta y pintoresca villa de Purmamarca, es el más popular y de fácil acceso.
Purmamarca se encuentra casi en el cruce de dos rutas andinas, una hacia Chile y otra carretera que lleva hasta Bolivia.
Puesta del sol y amanecer, mejor para las fotos.
Conduciendo alrededor de esta región es posible encontrar muchos otros lugares hermosos, en esta tierra de cactus estilo salvaje oeste.
Por ejemplo, a 42 kilómetros de Purmamarca viniendo del paso de Jama en Chile.
Un poco más hacia el norte se encuentra el encantador pueblo de Tilcara.
En Tilcara se pueden visitar la ruinas pre-incas de Pucará, desde donde hay buenas vistas sobre el valle.
Pero en mi opinión, la más impresionante de todas es la sierra del Hornocal.
Se llega aquí después de unos 30 kilómetros por caminos sin asfaltar, desde el pueblo de calles coloniales de Humahuaca.
Estas flores silvestres parecían puestas aquí a propósito.
Alrededor del mirador del Hornacal, a 4.340 metros de altura, no hay casi nada más que tú y la radiante magnitud de la naturaleza.
Nada más aparte de estas enigmáticas y fotogénicas ruinas.
Hornacal también es conocida como el Orko Inka, o montaña del inca.
Yendo solo, encontrar este arco de pie aquí en medio de la montaña me dio una buena sensación acerca del lugar, como una cierta complicidad con otros viajeros que llegaron aquí antes y lo dejaron así para el que venga detrás.
Sigo maravillada, aun me falta conocer el lugar del norte de América
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