Los mejores lugares para visitar en Birmania

Birmania está que arde: no sólo literalmente, debido al resurgimiento de conflictos armados tribales, sino que el turismo ha empezado finalmente a desembarcar en masa. En los últimos años se han visto largas colas en las embajadas de ciudades como Bangkok o Kuala Lumpur para obtener una visa. Incluso Obama visitó oficialmente esta república budista, justo después de su reelección.

Viajar a Birmania de forma independiente requiere un esfuerzo adicional de organización. No hay disponibles cajeros automáticos, es difícil reservar alojamiento con antelación, y se requieren permisos especiales para adentrarse en algunas zonas, entre otros hándicaps logísticos.

Entonces, ¿vale la pena tomarse la molestia? Decidas lo que decidas, Atlas of Wonders cree que una selección de estupendas imágenes vale más que mil palabras, ya sea para ayudarte a montar una ruta de lo que ver en Birmania (mapa al final), o para disfrutarlo desde el sofá, si finalmente decides irte otra vez a Benidorm:

Sobrevolando en globo una polvorienta llanura con miles de templos y pagodas. Se trata de Bagan, comparable en esplendor con Angkor en Cambodia, es la atracción turística más importante del país. Imagen Martin Sojka

Mrauk U no es un submarino nazi, sino que fue la capital de un antiguo y poderoso reino.
Imagen Jonathan Khee

El lago Inle y sus curiosos festivales. Incluido en la agenda de cualquier agencia de viajes.
Imagen Mylene Vijette

Los chicos del maíz. Es broma, Birmania está considerado como uno de los destinos más seguros para extranjeros en el mundo. Aquí las amenazas reales son las enfermedades tropicales y la fauna salvaje. Imagen Thomas Brauner

Montañas birmanas de colores. Trekking en otoño alrededor de Kalaw puede tener este aspecto.
Imagen Peter Opal Liu

La roca que desafiaba la gravedad. El peñasco dorado de Kyaiktiyo, precariamente decorado al borde del acantilado.
Imagen Bessie and Kyle

Punto de llegada y de salida. Desde 2007 que la destartalada Yangon ya no es la capital del país. La junta militar decidió trasladarse al interior, a la artificial y fantasmal Naypyidaw. Según Wikipedia, un astrólogo vaticinó una posible invasión anfibia a uno de los jefes militares en el poder. Imagen Bessie and Kyle

La inacabada pagoda gigante. Una enorme pila de ladrillos en Mingun.
Imagen Memorias de Oriente

Cascadas en torno a Pyin Oo Lwin. Me encanta este nombre, parece un emoticono.
Imagen Ken Marshall

No vamos a comparar el santuario de Kyaut Ka Latt con Avatar, lo prometo.
Imagen Jacques Beaulieu

Budas descomunales. Aunque éste en Mawlamyine haya sido restaurado y pintado, me quedo con esta foto anterior, que no me resulta tan kitsch. Imagen Emily and Michael Dziedzic

Paisajes surreales. Hablando de obras de arte religioso un poco horteras, no podemos olvidar nuestra visita al laosiano Buda Park. Imagen Jacques Beaulieu

Arquitectura colgante. Monte Popa, monasterio estilo Meteora (Grecia).
Imagen Michael Geminder

Extensión de mar. La playa Ngapali, la más conocida en Myanmar.
Imagen Jean-Marie Hullot

Costa virgen. Hay muchas otras playas a tener en cuenta, aparte de la famosa Ngapali.
Imagen Simone Dall'Angelo

Piérdete por Mandalay. Encontrarás montones de interesantes lugares pintorescos.
Imagen Michael Foley

El puente sobre el río Irrawaddy. Ya los oigo silvar.
Imagen Aung Khaing

Un puente de madera de más de un kilometro. El puente U Bein en Amarapura, más fotografiado que el anterior.
Imagen Jean-Marie Hullot

Aguantando una travesía más. Puedes embarcarte en un paseo panorámico en tren sobre el viaducto de Gokteik, camino de Lashio. Imagen Axel Drainville

Experimenta lo tribal. Jah!
Imagen Taina Bee

¿Te gustaría ir?
Imagen Abrinsky