Ormuz, la isla de los colores en Irán

El pequeño ferry procedente de la capital regional desembarca en un instante. Los pasajeros salen disparados apresurándose a volver a la sombra. Una vez que la estampida de motocicletas ha entregado a todo el mundo a su casa, quedamos yo y un sol de 40 grados. Es verano, es mediodía, y no hay vuelta atrás: Hoy salí de mi climatizado refugio en Bandar Abbas para explorar una isla extremadamente árida en el sur de Irán. No hay mucha información sobre cómo hacerlo, y a esta hora sólo puedo pedir direcciones a un par de cabras que me observan inmóviles a la sombra.

El único monumento visitable que destacan guías, es una antigua fortaleza colonial portuguesa en avanzado estado de destrucción. No hay señales de vida en torno a sus muros desgranados, y se diría que la puerta principal está en desuso desde que lo reconquistaron los persas. Qué más da. Estoy aquí para encontrar los paisajes geológicos que hacen de esta isla un lugar único en el mundo. Estarán en algún lugar entre los 42 kilómetros cuadrados que tiene Ormuz.

Muy pronto un taxista, bendecido con un bronceado excesivo y una moderna camioneta con aire acondicionado, localiza mi posición. Él me conducirá a través de la pista sin asfaltar que rodea Ormuz. Las negociaciones para acordar el precio comienzan pronto. Primero visitamos a una joven que ha sido designada como traductora. Su inglés es tan bueno como mi farsi, pero consigo un más que justo presupuesto que me permitirá disponer de vehículo y chófer durante un par de horas.

A tan sólo un par de kilómetros del poblado, encontramos la primera sorpresa. Es la playa donde a menudo se componen algunas de las alfombras hechas con tierra más grandes del mundo. Esta fabulosa ave mitológica fue creada para un festival, gracias al taller en Ormuz del artista Ahmad Nadalian.

Pero antes de volver a la escena artística de Ormuz, continuemos con nuestro tour.
En la orilla del mar, la arena plateada brilla como el metal.

El coche se detiene para la siguiente vista panorámica. Pero es lo que hay en el suelo lo que llama la atención.
No sé mucho acerca de piedras, pero he leído que éste lugar es un destino extraordinario para cualquiera al que le interese la geología.

En breve llegamos a la zona conocida como el Valle del Arco Iris, según había leído en alguna parte.

Gran parte de mi limitado tiempo aquí me lo voy a pasar aquí, merodeando por cuevas de sal, ríos de minerales crujientes y extrañas rocas.

Adonde quiera que mire es potencialmente interesante. Parece que toda la gama de colores y formas puedan encontrarse aquí.

La isla de Ormuz es considerada una reserva mineralógica única, debido a la increíble variedad de rocas y minerales que se encuentran en esta pequeña área. Si quieres más información desde un punto de vista científico, puedes leer este artículo acreditado por algunas Universidades iraníes, publicado en Scientific Research Publishing.

De vuelta al coche, el paisaje va cambiando completamente cada pocos metros. Colinas de aspecto muy diferente entre sí aparecen al lado las unas de las otras, casi sin espacio de transición.

La isla está considerada como un buen ejemplo de un domo o diapiro salino, que sería como un champiñón de sal empujado hacia arriba por fuerzas telúricas... pero está mejor explicado en Wikipedia :]

Otra característica de Ormuz es la variedad de sus costas. En el norte hay playas de arena, mientras que en el sur hay una zona con hermosos acantilados. Esta imagen pertenece a la parte conocida como la costa roja, donde el terreno tiene una alta concentración de hierro. Las olas del mar también se pintan de rojo, creando un efecto en el que la playa parece estar sangrando.

Muchas capas de colores y varios acantilados después, otra sorpresa más nos espera: una serie de pequeños lagos salinos azulados.

Ya se está acabando el tiempo y la comunicación con mi nuevo amigo es muy limitada. Me pregunto si todavía quedarán nuevas maravillas como ésta antes de volver al poblado.

Pero aparte de cruzarnos con la clásica moto cargada con cinco miembros de una familia, pronto estamos de regreso al único asentamiento habitado en la isla. En la foto de fondo, la fortaleza construida por los portugueses que capturaron la isla en 1507.

Además si tienes la oportunidad, trata de encontrar el museo y la galería de Ahmad Nadalian. Hay un mapa con su ubicación en la página del enlace, échale un vistazo antes, que no es fácil de encontrar.

El museo es un punto de encuentro para artistas, que también pueden quedarse allí por un tiempo. Esta alfombra se realizó en 2013 por 30 personas que trabajaron en ella durante una semana. La composición tenía 1.400 metros cuadrados, antes de desaparecer con el tiempo. Imagen Kazem Ochizi

Deja un mensaje en la arena yendo en bici. Ahmad Nadalian es un artista de corte ecologista, reconocido internacionalmente. Sus obras y esculturas pueden encontrarse en muchos países por todo el mundo.

Desde el espacio, el Estrecho de Ormuz en sí parece una cuadro. Editamos una imagen de satélite original de la base de datos de la Nasa, para obtener esta magnífica vista. Nuestra isla es la bola más cercana a la tierra, en la parte superior (la grande que parece un delfín es la isla de Qeshm).

Imagen Ahmad Nadalian